domingo, 13 de noviembre de 2016
Segunda parte
MENTIRAS DEL CORAZÓN
SEGUNDA PARTE
PROVINCIA DE CÓRDOBA, ARGENTINA
EXT. / HACIENDA MANZANO, PATIO DE CUADRAS / DÍA
Daniel está conversando con Pablo. El capataz cepilla un
caballo negro muy bonito. Su jefe le cuenta sobre la nueva empleada.
Daniel: Se llama Patricia, mi madre la ha contratado para
que ayude a Mariana con las labores de la casa.
Pablo: Creo que la he visto esta mañana, patrón. Cuando
llevaba a la niña a la escuela. ¿Cierto? Muy bonita la muchacha.
Daniel: No sé que me pasa con Patricia, cuando estoy cerca
de ella… yo… Hacía tiempo que no sentía esto por una mujer, desde que mi esposa
murió.
Pablo: Ay patrón, a mí lo que me parece es que esa muchacha
le gusta y no lo quiere admitir. No se frene, si le gusta la criada, láncese.
Daniel: No Pablo, no estaría bien. Ella es mi empleada, yo
soy su jefe… ¿Qué diría la gente? Además hace tres años que…
Pablo: Su esposa de usted seguro quiere verle feliz y que
rehaga su vida con una buena mujer. Patricia puede ser esa mujer que tanto ha
estado esperando, piénselo.
Daniel: Tal vez tengas, razón… (Pensativo)
EXT. / ESCUELA DEL PUEBLO, PATIO / DÍA
Natalia ha llevado a Lucía al colegio. La joven conversa con
tres niñas compañeras de clase de la pequeña.
Lucía: Ella es Patricia, y es buena amiga mía.
Niña1: ¿Y a nosotras que nos importa? Jajaja. Seguro es una
loser igual que tú.
Niñas 2 y 3: Jajajaja. Loser, loser… Eres marginada social y
una loser!! (Se burlan)
Natalia: ¿Así que una loser, eh? Escúchenme bien chavas
babosas…
La dulce Lucía sonríe.
Natalia: Como vuelvan a meterse con Lucía se las van a ver
conmigo. ¿Me entendieron panda de arañas patonas?
Niña1: No te tenemos miedo, pelo planchao, jajaja.
Niñas 2 y 3: Jajajaja.
Niña1: Pobre estúpida, se creen la gran caca y ni a pedo
llega, jajaja.
Niñas 2 y 3: Jajaja.
Natalia: Veo que tú eres la cabecilla, cara de mona.
Niña1: Oye sin faltar, boluda estúpida. Tú a mi no me
insultas.
Natalia: Te insulto porque me da la gana, boluda estúpida…
(Imitándola) Más les vale a ti y a tus lapas que dejen en paz a Lucía, porque
me voy a ver obligada a tomar medidas.
Niña1: ¿Medidas? Anda ya, deja de decir tonterías, payasa,
que eres una payasa.
Natalia: Soy policía, desgraciada. (Miente) Aquí tengo mi
placa. (Le muestra una de pega)
Niña1: ¿Po… policía? ¿Eres poli? (Asustada)
Natalia: Sólo que ahora no estoy de servicio pero te juro
que a la próxima queja que tenga de Lucía referente a ustedes, trío de ratas
piojosas, las voy a llevar presas. ¿Entendieron?
Niñas: Sí, sí… (Nerviosas, muertas de miedo)
Natalia: Si vuelvo a enterarme de que le están fregando la
vida a mi amiga… ¡LAS ARRESTARÉ POR BULLYING!!!! ¿ESTÁ CLARO??
Niñas: Sí, sí… (Asustadas)
Las tres niñas se marchan corriendo hacia clase, muertas de
miedo. Mientras Natalia y Lucía se ríen a carcajadas.
Lucía: Jajajaja. Eres genial, Patricia. ¿Cómo se te ocurrió
decirles que eres policía?
Natalia: Una que se conoce todas las tretas, mijita, jajaja.
Lucía: Las muy idiotas se lo han tragado. Esa Sandra es la
peor de todas, la jefa del clan. Es una imbécil.
Natalia: Pues con esto se les va a quitar las ganas de
molestarte a ese trío de cucarachas, jajaja. ¡Choca esos cinco!
Lucía: Jajaja. (Ambas chocan las manos)
Natalia: ¡Muerte a las abusonas pedorras!
Lucía: ¡Muerte a las pedorras! Jajaja.
Natalia: Jajaja.
BUENOS AIRES, ARGENTINA
INT. / BURDEL, BAR / DÍA
Martín y su empleado Juan están hablando sobre Natalia.
Juan: Ha pasado más de una semana y no sabemos nada de esa
imbécil. ¿Dónde carajo se habrá metido Natalia?
Martín: Ya tengo a varios de mis hombres buscando por la
ciudad. He contactado con el aeropuerto y nadie con su nombre y apellidos ha
abandonado el país.
Juan: ¿Qué hay de su familia en Venezuela?
Martín: Nada, se han mudado. Mi contacto en Caracas me dijo
que les perdió la pista. Al parecer se largaron del apartamento donde vivían al
poco de que Natalia llegase a Argentina. Maldita sea… Esa zorra lo tenía todo
pensado.
Juan: ¿Qué va a hacer cuando la encuentre?
Martín: Como la encuentre soy capaz de matarla, pero muerta
no me serviría de nada, la necesito viva para el negocio. Tú no sabes cuanto
estaban algunos clientes dispuestos a pagar por ella.
Juan: Estoy seguro que Natalia no ha salido del país… ¿Y si
se ha ido a provincia?
Martín: Eso mismo pienso yo… No voy a parar hasta dar con
esa maldita puta.
MESES DESPUÉS
Han pasado dos meses desde que Natalia llegó a la hacienda.
La joven poco a poco se ha ido aclimatando a su nueva vida y nuevo trabajo como
empleada doméstica. Durante este tiempo su amistad con Lucía ha crecido, así
como con Daniel. Ambos se llevan muy bien, pero aún siguen siendo solamente
amigos.
INT. / HACIENDA MANZANO, COCINA / DÍA
Natalia está preparando la comida, la joven termina de hacer
un guiso y apaga el fuego. En ese momento aparece doña Esther.
Esther: ¿Ya está lista la comida, muchacha?
Natalia: Sí, doña Esther. Cuando quieran pueden pasar al
comedor.
Esther: Avisaré a Mariana para que vaya poniendo la mesa y
te eche una mano. (Se marcha)
Natalia: Voy a cambiarme de ropa, me manché el uniforme de
salsa. Qué desastre que soy…
Acto seguido Natalia se marcha a su cuarto para cambiarse.
INT. / HACIENDA MANZANO, CUARTO DE NATALIA / DÍA
La chica comienza a desvestirse lentamente, en ese momento
Daniel cruza por el pasillo y la ve en lencería. El hombre se la queda mirando
detenidamente, se siente atraído por Natalia, ella se dispone a ponerse otro
uniforme, cuando se da cuenta de que está siendo observada.
Natalia: ¡Don Daniel! ¿Qué está haciendo?
Daniel: Na… nada… lo, lo siento… Pasaba por el pasillo y la
puerta estaba… estaba abierta.
Natalia: No debió mirar… No está bien. (Avergonzada,
tapándose con el uniforme)
Daniel: Perdóname fue sin querer te lo juro…
Natalia: Supongo que… bueno… ya estamos en paz después del
suceso del baño.
Daniel: Creo que tienes razón. (Sonríe) Será mejor que me
vaya. Mi madre y mi hija están esperando a la mesa para comer. (Se va)
Natalia: El señor Daniel es un hombre tan educado… Ay,
Natalia… es un príncipe al que jamás podrías aspirar. Tú eres una vulgar mujer
de la calle, una cualquiera y él es todo un señor. Pero… pero es que tan guapo…
(Suspirando) Tan noble… tan… ¡Ay ya Natalia! ¿Te volviste loca? Es tu jefe, don
Daniel es tu jefe y no puede verle de otra manera que no sea así. Ya, fuera pensamientos
de amor y demás tonterías. A trabajar… (Se termina de poner el nuevo uniforme)
EXT. / HACIENDA MANZANO, GALLINERO / DÍA
Mariana está echándole de comer a las gallinas mientras
conversa con su hijo Pablo, el capataz. El chico le habla desde fuera, tras la
malla de alambre que rodea el corral de las gallinas.
Pablo: ¿Crees lo mismo que yo, mamá?
Mariana: Patricia (Natalia) es una muchacha muy guapa y muy
dulce. El patrón es un hombre muy bueno y apuesto. Estoy segura que harían una
bonita pareja.
Pablo: Yo hablé con él sobre esto hace tiempo, sólo espero
que se decida antes de que otro se la quite. Hay varios peones interesados en
ella. Y yo porque tengo novia que si no…
Mariana: Jajaja. Ay ya hijo, deja de decir bobadas. No se te
ocurra echarle los perros a la muchacha. ¿Eh?
Pablo: No madrecita santa, ni hablar de eso. Yo respeto
mucho al patrón, no más faltaba. Sólo quiero que sea feliz como cuando vivía la
señora Eva. Don Daniel es un buen patrón, nos trata a todos los empleados con
respeto, no como su señora madre, la estirada de doña Esther…
Mariana: ¡Tchisttt!! Alguien podría escucharte hablar mal de
ella. Cállate la boca.
Pablo: Es la verdad.
Mariana: Doña Esther no es mala persona, es algo recta y
severa pero nada más. Ella fue quien le dio una oportunidad a Patricia para
trabajar en la hacienda, así que tan mala como dicen no será, hombre.
Pablo: Puede que tengas razón. Te dejo que tengo trabajo.
Bendición, mamá.
Mariana: Dios te bendiga, hijo. (Sonríe)
El muchacho se marcha.
AL DÍA SIGUIENTE
INT. / HACIENDA MANZANO, SALÓN / NOCHE
Es viernes por la tarde. Doña Esther, Mariana y Lucía se
despiden de Daniel y Natalia. Las tres se marchan a pasar el fin de semana a
Mar del Plata, una ciudad costera argentina en la provincia de Buenos Aires.
Daniel: Pásalo bien, hija. Me gustaría poder ir con ustedes
pero me es imposible, alguien debe quedarse al mando de la hacienda.
Lucía: No pasa nada, papi, otra vez será.
Natalia: Que disfrutes mucho del viaje, Lucía. Ya me
contarás a la vuelta, haz muchas fotos.
Lucía: ¡Claro amiguis! (Sonríe)
Esther: Bueno pues ya nos vamos, Pablo está esperando fuera
en el coche para llevarnos al aeropuerto.
Mariana: Yo llevo las maletas, señora… Hasta pronto don
Daniel, Natalia…
Las tres se marchan. Mientras, Daniel se queda hablando con
Natalia en la sala.
Natalia: Parece que nos dejaron solos estas mujeres.
(Sonríe)
Daniel: A mi hija le hará bien disfrutar del mar un par de
días. Bueno pues voy a darme un baño y enseguida bajo a cenar. Tuve que ayudar
a Pablo y a los peones con el ganado esta tarde. Había que cargar unos novillos
en un camión para una venta.
Natalia: Está bien, don Daniel. Yo iré a recoger la ropa del
tendedero. (Se va)
INT. / HACIENDA MANZANO, CUARTO DE BAÑO / DÍA
Daniel se empieza a duchar pero se ha dejando del baño
entreabierta. Natalia llega por el pasillo con ropa seca para guardar en los
armarios de las habitaciones cuando lo ve en la ducha. La joven no puede evitar
espiarle.
Natalia: Dios mío…
Pero en el baño Daniel no se da cuenta que es observado por
ella y sale de la ducha con una toalla. Ella se le queda mirando y se le cae la
ropa.
Daniel: ¡Patricia!! (Avergonzado)
Natalia: Per… perdón. Lo siento, llevaba ropa a los cuartos
y… la puerta…. La puerta… (Avergonzada)
Daniel: ¿Me estabas espiando, verdad? Sé sincera conmigo.
Natalia: No, claro que no… ¿Cómo cree?
Daniel: ¿Te gusto verdad?
Natalia: ¿Por qué me pregunta eso? Claro que… claro que no…
Usted es mi jefe.
Daniel: Ahm… (Decepcionado) Por un momento pensé que sentías
lo mismo que yo.
Natalia: ¿Sentir lo mismo que usted, a qué se refiere? ¿Es
que yo… yo le…?
Daniel: Me gustas Patricia, me encantas. Me gustas desde el
primer día que llegaste a la casa pero no me atrevía a decirte nada.
Natalia: Pero don Daniel…
Daniel: Llámame Daniel, háblame de tú por favor…
Natalia: Daniel, yo… yo no… Esto no puede ser.
Daniel: ¿Por qué? ¿No te gusto? ¿Es eso?
Natalia: ¿Cómo no me va a gustar? Me encanta todo de usted…
hasta su forma de ser.
Daniel: ¿Y entonces? Patricia, por favor… (Se le acerca)
Natalia: No Daniel, no se me acerque se lo ruego… No
podemos… no debemos.
Daniel: Sé que lo deseas tanto como yo…
En ese momento nuestro protagonista le roba un apasionado
beso en los labios a Natalia, la joven se deja llevar y ambos se besan sin
descanso, abrazados. Daniel comienza a quitarle el uniforme el cual cae al
suelo. Natalia se deja amar, ya no le importa nada. Su jefe se ha convertido en
su gran amor y ambos no pueden evitar estar juntos ni un solo día más. Desnudos,
Daniel la carga contra la pared de la ducha.
ESCENA NO RECOMENDADA A MENORES DE 18 AÑOS
Natalia da al agua caliente y ambos siguen besándose,
acariciándose más y más. Daniel la tiene cargada contra la pared, tomándola de
las caderas, adueñándose de sus senos, de sus labios, de todo su cuerpo. Ella
responde a sus caricias y sus besos, agarrando su espalda, dejándose querer,
desear. Al fin Natalia siente lo que es el verdadero amor, y el sexo con amor.
Daniel comienza a hacerla suya lentamente, Natalia gime entre sus brazos
mientras él le hace el amor. La pareja disfruta de la soledad de la casa y da
rienda suelta a la pasión y al deseo. Daniel la hace suya sin descanso, Natalia
gime entre la pared y su pecho hasta llegar al éxtasis. Ambos continúan amándose
tras la mampara de cristal de la ducha mientras el agua caliente cae sobre sus
excitados cuerpos. Daniel la hace suya con ganas, con deseo. Natalia no puede
soportar sus embestidas y gime de placer hasta que ambos terminan juntos,
abrazados en esa ducha.
Daniel: Te amo… (Se besan)
Natalia: Y yo a ti, Daniel, te quiero… (Se besan)
Daniel: No quiero que esto acabe… prométeme que nunca te
irás de mi vida.
Natalia: Nunca me marchare. Te amo Daniel. (Se besan)
Daniel: ¿Qué le vamos a decir a Lucía, a todos?
Natalia: Que nos amamos, que estamos juntos… (Se besan) Te
quiero.
Daniel: Y yo a ti, mi amor. (Se besan)
Natalia: Jamás había sentido esto, fue tan especial…
(Sonríe)
Daniel: Para mí también. (Se besan) Te amo.
DÍAS DESPUÉS
INT. / HACIENDA MANZANO, SALÓN / NOCHE
Es domingo por la noche. Tras pasar todo el fin de semana
solos en la hacienda, Daniel y Natalia reciben nuevamente a Lucía, Esther y
Mariana. Las tres regresan de su viaje a Mar del Plata. Con ellos está también
Pablo.
Esther: ¿Es eso cierto, hijo? ¿Patricia y tú están juntos?
Daniel: Sí, mamá… (Sonríe feliz, tomado de la mano de Natalia)
Lucía: ¡Viva, vivaaa!!! ¡Me encanta!!! ¡Patri, vas a ser mi
mamá!!! ¡Estoy super feliz!!
Natalia: Jajaja. Tú querías que tu papá y yo…
Lucía: ¡Claro que sí! Estoy tan contenta de verles felices,
vamos a volver a ser una familia.
Mariana: Felicidades, patrón.
Pablo: Lo mismo digo jefecito, enhorabuena. Me alegro mucho
por ustedes dos, en verdad que sí.
Daniel: Mamá, ya pronto llegan las navidades, había pensado
en invitar a mi hermano a pasar esos días con nosotros.
Esther: Ah pues me parece bien la idea. Eso servirá para que
Patricia conozca a más miembros de esta familia.
Natalia: ¿Tienes un hermano, Daniel?
Daniel: Sí, vive en Buenos Aires, pero no te voy a contar
nada más, quiero que sea una sorpresa. Somos un poco diferentes pero seguro te
va a caer bien. Ya lo verás.
BUENOS AIRES, ARGENTINA
INT. / BURDEL, BAR / NOCHE
Martín está charlando con Juan. Ambos junto a la barra del
bar lleno de gente, una de las chicas les sirve unas copas.
Juan: ¿Entonces se va la semana que viene para Córdoba,
jefe?
Martín: Sí, mi madre y mi hermano quieren invitarme a pasar
la navidad con ellos allá. Sólamente serán dos o tres días. Mientras esté fuera
tu te encargarás del local.
Juan: No se preocupe, prometo que todo irá bien en su
ausencia don Martín.
Martín: Al parecer mi hermano Daniel tiene novia, una tal
Patricia.
Juan: Ah… sé que había enviudado hace tres años pero nunca
más volvió a casarse ni nada. ¿Verdad?
Martín: Pues ahora parece que va en serio, le noté muy feliz
por teléfono. Tengo curiosidad por conocer a esa chica. Patricia…
Pero lo que el villano no se imagina es que esa Patricia no
es otra que Natalia, la joven que se escapó de su prostíbulo meses atrás.
Escuchamos música incidental.
UNA SEMANA DESPUÉS
PROVINCIA DE CÓRDOBA, ARGENTINA
INT. / HACIENDA MANZANO, SALÓN / DÍA
Toda la familia espera la llegada de Martín.
Esther: ¿Está todo listo, Mariana? Quiero que la mesa se vea
espectacular. Martín viene con su novia. Creo que vamos a tener una cena muy
familiar este año al fin.
Mariana: Todo listo, doña Esther, no se preocupe.
Daniel: Estoy tan feliz, mi amor, esta va a ser nuestra primera
navidad juntos.
Natalia: Yo también estoy muy feliz.
Lucía: Te quiero mucho Patricia. Estoy muy contenta de que
mi papá y tú se hayan hecho novios.
Natalia: Yo también te adoro, mi niña. Oye, no me volviste a
contar qué pasó con las niñas aquellas del cole.
Lucía: Bah, desde que les dijiste que eras mi amiga policía,
no volvieron a molestarme, jajaja.
Natalia: Jajaja, sabía que mi plan iba a funcionar, te lo
dije. (Sonríe)
Daniel: ¿Amiga policía? ¿De qué hablan?
Lucía: Nada chismoso, cosas nuestras, preguntón.
Natalia: Cosas de chicas, jajaja.
Lucía: Jajaja.
En ese momento llega Martín. Mariana abre la puerta para
recibirle. El villano va acompañado de una de sus chicas del burdel, Vanessa, a
quien pretende hacer pasar por su novia ante su familia. De hecho es la fulana
con la que anda en el club, su prostituta particular.
Esther: Hijo, bienvenido. Qué alegría verte. Hola Vanessa.
Martín: Hola mamá, gracias por la invitación.
Chica: Hola señora Esther, Daniel…
Daniel: Hola hermano. ¿Qué tal el viaje?
Lucía: Hola tío Martín. (Sonríe)
Martín: Hola renacuajo, cómo has crecido, la última vez que
te vi eras así de enana. (Le indica)
Lucía: Jajaja.
Daniel: Martín, quiero presentarte a Patricia, mi novia.
En ese instante la joven, que ha escuchado la voz de Martín,
no sabe donde meterse. Natalia se da la vuelta y al verle se pone muy nerviosa.
Escuchamos música incidental. Martín la ve sin poder dar crédito a la
situación.
Martín: No puede ser… ¿Natalia? ¿Qué haces tú aquí?
Daniel: ¿Natalia? No, no, se llama Patricia, creo que te
confundes de…
Martín: Por supuesto que no, Daniel. Esta chica se llama
Natalia y es prostituta.
Esther: ¿Quéee? (Horrorizada)
Daniel: No… no puede ser… (Alucinado)
Natalia: No… no Martín, no me hagas esto, por favor… no…
Martín: Así que aquí era donde te estabas ocultando,
desgraciada.
Lucía: ¿Por qué le hablas así a Patricia?
Martín: ¡Su verdadero nombre es Natalia! ¡Y trabajaba como
furcia en mi club de Buenos Aires!!
Esther: ¡Oh Dios mío!!! ¡Mariana, llévate a la niña de
aquí!!!
La criada se lleva a la menor. Todos alucinan con la
revelación.
Natalia: Daniel… yo…. Yo….
Daniel: ¿Es eso cierto? ¿Te llamas Natalia? ¿Fuiste… fuiste…
pros…? No puede ser… (Horrorizado)
Esther: Eres una embustera… ¡Me engañaste zorra, te burlaste
de todos nosotros!!!
Natalia: ¡Nooo!! Yo… yo no quería mentirles pero… pero…
Martín: Aquí donde la ves a tu noviecita, Daniel, no es más
que una vulgar…
Daniel: ¡Bueno ya basta!!! ¡BASTA!!!
En ese instante Natalia se marcha llorando a toda prisa a su
cuarto. Martín sonríe con maldad igual que Vanessa. Doña Esther está
horrorizada con la noticia.
Daniel: ¡Patricia, Natalia!!! ¡Natalia!!! (Va tras ella
subiendo las escaleras)
Esther: Esto no puede estar pasando… Tan buena chica que se
veía y es una… una…
Martín: Una puta, mamá, una puta.
Esther: ¡Cállate!!! Cállate Martín. Así que a eso te dedicas
en Buenos Aires, a prostituir chicas… No me lo puedo creer.
Martín: Algunas lo hacen porque quieren, jajaja.
Esther: ¡Que te calles! (Enojada) Que asco, sólo de pensarlo
me dan náuseas.
INT. / HACIENDA MANZANO, CUARTO DE NATALIA / NOCHE
Natalia llora en su cama, sobre la almohada, todo se ha
venido abajo, su secreto, sus mentiras, su verdadera identidad, su pasado...
Daniel toca a la puerta y la abre.
Daniel: Patricia… puedo pasar…
Natalia: Es tu casa… (Llorando)
Daniel: Patricia… Bueno, Natalia, como te llames… ¿Por qué
me engañaste? ¿Por qué?
Natalia: Ay Daniel…
Daniel: Necesito que me cuentes todo, quiero saber la
verdad, creo que no me merezco esto… yo… yo te quiero.
Natalia: ¿De verdad me quieres? ¿Después de saber que fui…
que fui…?
Daniel: Escúchame, quiero saber todo. Por favor, habla
conmigo.
Natalia: Está bien… Yo… bueno yo… No sé por donde empezar.
Daniel: Por el principio por favor. Cálmate no llores. (Acariciándole
el cabello muy tierno)
Natalia: Yo soy venezolana, eso es verdad. Me llamo Natalia,
Natalia Blanco. En mi país la situación está muy mal y hará como un año decidí
emigrar. Un tipo en Caracas me dijo que en Argentina había trabajo, que
buscaban chicas para limpiar casas y oficinas. Así que me vine a Buenos Aires.
Pero al llegar a tu país pues… nada era lo acordado, me quitaron el pasaporte y
me obligaron a ejercer la prostitución. Lo he pasado muy mal. Muy mal…
Daniel: Entiendo… (Triste)
Natalia: Un día, cansada de vejaciones y malos tratos decidí
escaparme del burdel. Tu hermano Martín era, bueno, es el dueño. Martin abusó de mí, Daniel.
Daniel: ¿Quéee? No… no… Natalia… (Entre lágrimas)
Natalia: Fue por eso que no aguanté más y me fugué. Pensaba
regresarme a mi país pero… pero en el aeropuerto tomé el primer avión que salía
de Buenos Aires. Ese vuelo me trajo a Córdoba. (Llorando)
Daniel: Y lo demás… conociste a mi madre… te contrató…
Natalia: Mentí con el pasaporte y la cédula, son falsos, no
me llamo Patricia Montero como les hice creer. Todo era una mentira para que
Martín no me encontrara para que nadie me encontrara. Quería iniciar una nueva
vida, pero nunca pensé que me quedaría aquí y que me enamoraría de ti.
(Llorando)
Daniel: Natalia… (Llorando)
Natalia: Te mentí, te mentí en todo, no soy Patricia, fui
prostituta…. Soy una basura… (Llorando)
Daniel: No digas eso, mi amor… por favor… No.. (Le acaricia la cara)
Natalia: Ningún hombre querría estar con una cualquiera, yo
lo sé. Y no te culpo, Daniel, de verdad, no te culpo, yo lo entiendo. Será
mejor que me vaya…
Daniel: No, tú no te vas para ninguna parte. Voy a llamar a
la policía, voy a denunciar a Martín.
Natalia: No, por favor, se vengará de mí, será peor. Déjale
que siga con su club, con sus chicas. Pero yo me quiero ir a mi país, quiero
regresar a Venezuela con mis padres.
Daniel: ¿Quieres marcharte? ¿Quieres dejarme? (Triste)
Natalia: Sí…
Daniel: ¿Ya no me quieres? ¿Es eso?
Natalia: Te amo más que a nada en este mundo Daniel, como
jamás pensé que podría amar a nadie pero… no puedo estar contigo.
Daniel: No me importa tu pasado… no me importa, de verdad.
Natalia: ¿Hablas en serio?
Daniel: Te amo Natalia, no me importa que no te llames
Patricia, ni que hayas tenido otra vida. Lo nuestro empezó cuando te conocí,
todo lo demás no me interesa.
Natalia: Daniel… (Llorando)
Daniel: Te quiero y quiero que te quedes, que seamos una
familia. Por favor.
Natalia: No pensé que… yo… (En lágrimas)
Daniel: Denunciaré a mi hermano, te lo juro, por todo el
daño que te ha hecho.
Natalia: Pero él es tu hermano y yo… yo no soy quien para…
Daniel: Es un tratante de blancas, merece ir a prisión por
obligar a mujeres como tú a…
Natalia: Daniel… bueno… tú y yo estuvimos juntos.
Daniel: Sí…
Natalia: No tienes que preocuparte por… yo… estoy sana, te
lo juro.
Daniel: Lo sé. (Sonríe, le da un beso)
Natalia: Tengo pruebas… si quieres puedo… puedo…
Daniel: No hablemos de eso. Yo te quiero y quiero estar
contigo. Confío plenamente en ti y en lo que siento por ti.
Natalia: Te amo Daniel, gracias por ser así conmigo… Te… te
amo, mi amor.
Daniel: Y yo a ti. (Se besan, se abrazan)
INT. / HACIENDA MANZANO, SALÓN / NOCHE
Daniel conversa con su madre, en la sala están Mariana,
Pablo y Lucía.
Esther: Tú hermano se marchó, dijo que no se iba a quedar a
cenar.
Daniel: Mucho mejor, ese desgraciado va a tener que ajustar
cuentas con la ley.
Pablo: ¿De qué habla patrón?
Daniel: Martín obligó a Natalia a trabajar en su club en
Buenos Aires y voy a denunciarlo.
Esther: ¿Te volviste loco? Es tu hermano.
Daniel: Es un desgraciado… un cerdo y merece ir a prisión.
Mariana: Dios mío…
Lucía: ¿Puedo hablar con Natalia, papá?
Daniel: Está en su cuarto… Ve con ella, le hará bien
conversar contigo, cariño.
La niña se va.
Esther: ¿Entonces vas a dejar que esa… que esa… se quede en
esta casa?
Daniel: Yo la amo, mamá, no me importa su pasado, ya sé toda
la historia, sé por qué mintió y la creo. Natalia es una víctima de ese
desgraciado de Martín.
Esther: No pretenderás que… que vivamos todos con ella en
esta casa. ¿O sí?
Daniel: Natalia es mi pareja, mamá, y va a vivir conmigo. Si
no estás agusto, tú misma.
Esther: ¿Pero te estás oyendo, hijo? No puedo creer que seas
capaz de hablarme así.
Daniel: Si me quieres, tienes que querer a Natalia. Ella no
tiene culpa de nada.
Esther: Está bien, está bien, lo intentaré pero no te prometo nada.
INT. / HACIENDA MANZANO, CUARTO DE NATALIA / DÍA
Natalia y Lucía charlan sentadas en la cama.
Lucía: Entiendo… te obligaron a una vida que no querías y
por eso te fuiste y mentiste.
Natalia: Por favor cariño, perdóname, tú menos que nadie
mereces que te mientan.
Lucía: Somos amigas, las mejores amigas y eso es lo que
importa. Además mi papá te quiere.
Natalia: ¿Y tú?
Lucía: ¡Yo también, tonta!! (Se abrazan)
Natalia: ¡Lucía!! (Sonríe)
Lucía: Eres la mejor, mi tío Martín es un desgraciado pero
va a pagar por lo que hizo, ya lo verás. Mi papá le va a refundir tras las
rejas.
UN MÉS DESPUÉS
BUENOS AIRES, ARGENTINA
INT. / PRISIÓN ESTATAL / DÍA
Martín, Juan y otros empleados del burdel son detenidos por
trata de blancas. El villano y sus secuaces llevan uniformes de presidiarios y
son recluidos en una cárcel de Buenos Aires donde pasarán años privados de
libertad. Al fin Martín paga por todo el daño que le hizo no sólo a Natalia,
sino a Daniel, a Lucía…
PROVINCIA DE CÓRDOBA, ARGENTINA
EXT. / HACIENDA MANZANO, CAMPOS / DÍA
Natalia y Daniel pasean tomados de la mano por los prados de
la hacienda, viendo como pastan los caballos, las vacas… Ambos conversan al atardecer, observando la
puesta de sol.
Daniel: ¿Hablaste con tus padres? ¿Cómo están?
Natalia: Bien, pronto vendrán a Argentina a visitarnos.
Están deseando conocerte.
Daniel: ¿Saben todo lo que pasó?
Natalia: Sí, no te preocupes. Yo les conté. Al fin Martin y
Juan están en prisión y no volverán a molestarme nunca más.
Daniel: Te quiero, Natalia.
Natalia: Y yo a ti, mi amor.
Daniel: Estoy tan feliz de que todo saliera bien.
Natalia: ¿Sabes? Tengo que decirte una cosa… quería que
estuviera Lucía delante pero…
Daniel: ¿Qué cosa?
Natalia: Daniel, estoy embarazada. (Sonríe feliz)
Daniel: ¿De verdad? ¡Te quiero, Natalia, te quiero!! (Se
besan, se abrazan)
Natalia: Y yo a ti, mi vida. (Se besan)
Daniel: ¡Hay que contárselo a Lucía ahora mismo! Jajaja.
Natalia: Jajaja. (Sonríe feliz)
Daniel: ¡Vamos, corre, apúrateee!!! (Llevándola de la mano a
toda prisa)
Natalia: Jajaja. ¡Daniel!!!
Daniel Jajaja. (Sonríe)
Ambos corren por el campo muy felices y contentos, al fin podrán
estar juntos para siempre y ser una bonita familia junto con Lucía y el bebé
que Natalia está esperando. Y así termina esta bonita historia de amor. Daniel y
Natalia, un amor a prueba de todo.
FIN
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